BWT y la ecología
BWT Y LA ECOLOGIA
El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas reconoció explícitamente el derecho humano al agua, reafirmando que un agua potable limpia es esencial para la realización de todos los derechos humanos.
Teniendo en cuenta el párrafo anterior se puede decir que las empresas de producción de agua embotellada no nos están cobrando nada (o no deberían) por el contenido sino sólo, en teoría, por el valor añadido del envase, almacenamiento, transporte y distribución.
Las reservas de agua potable en nuestro planeta son del orden del 2’5% del total existente, pues el 97’5 restante es agua salada y se calcula que en el año 2030 (y eso está a la vuelta de la esquina) habrá un déficit mundial del 40%.
El filtro de agua BWT tiene la gran ventaja de no necesitar instalación eléctrica, por lo que funciona por la misma presión del agua que hay en el grifo y, por tanto, su rendimiento es del 100% puesto que la aprovecha toda. En la osmosis inversa, por ejemplo, el rendimiento oscila entre el 20 y el 33% o sea que, dicho de otro modo, se pierden entre 2 y 4 litros por cada uno que consigue de agua filtrada.