AGUA HIDROGENADA KANGEN ANTIOXIDANTE

Generamos radicales libres al producir energía y eso es una circunstancia constante en nuestra vida, pues no sólo necesitamos energía para levantar un brazo, correr o mover un párpado sino también para acciones inconscientes como respirar, los latidos del corazón, el crecimiento celular, etc.

Esos radicales libres oxidan el ADN de nuestras células. Recordemos que cada día mueren muchos millones de ellas y nacen otros tantos millones. Si su ADN ha sido dañado por oxidación las nuevas no poseen la misma información genética que las anteriores, con lo que se van deteriorando en cada generación. Es lo que se llama envejecimiento.

Si consiguiéramos que las células nuevas nacieran igual que las precedentes no envejeceríamos nunca. El proceso no se puede invertir pero se puede detener con antioxidantes.

Cuando la producción de radicales libres es superior a la presencia de antioxidantes entramos en un estado que se llama de estrés oxidativo, que es el precursor de enfermedades graves y de envejecimiento rápido.

Para dar una definición algo técnica pero lo más simple posible diremos que un radical libre es un átomo que tiene un electrón de menos, por lo que es inestable y combina con otros a los que roba un electrón y los convierte a su vez en radicales libres.

El otro gran oxidante es el oxígeno. Es la gran paradoja. No podemos vivir sin él pero nos mata lentamente. Por ello no podemos aislarnos del oxígeno puesto que moriríamos casi de inmediato pero sí podemos neutralizar su efecto nocivo: la oxidación.

Pero no sólo nos oxida a nosotros sino a todo lo que está en contacto con él. Es por este motivo, por ejemplo, que los alimentos se envasan al vacío.

Mientras practicamos deporte es cuando más nos oxidamos, puesto que estamos quemando glucosa para conseguir energía al tiempo que nuestra respiración se acelera, con lo que entra más oxígeno en nuestro interior.

Hace unos 10 años se descubrió que al antioxidante más efectivo que existe es una modalidad de hidrógeno que se llama Hidrógeno Molecular Activo, conseguido por electrolisis del agua en determinadas condiciones y es tal el éxito que ha tenido que se han hecho más de un millar de estudios sobre el tema y están proliferando a nivel mundial.

La efectividad del hidrógeno molecular activo que contiene el agua hidrogenada Kangen viene dada por varias razones: 

-Su tamaño es tan insignificante que es capaz de llegar a todos los rincones de nuestro cuerpo

-Es capaz de sortear la barrera hematoencefálica, con lo que evita y repara la oxidación cerebral

-Actúa sobre todas las células del cuerpo. Otros antioxidantes (vitaminas, enzimas, etc) son selectivos y actúan sobre órganos concretos del organismo

-Penetra en las células para prevenir y reparar daños en su ADN causados por oxidación

-Entra en las mitocondrias celulares estimulando la producción de energía en todas las células, lo que aumenta el vigor total de nuestro cuerpo

-No deja residuos. Los otros antioxidantes sí los producen. El hidrógeno se combina con el oxígeno (el mayor oxidante) resultando agua, que se elimina por los conductos habituales

-Es muy inestable, por lo que reacciona con mucha facilidad con todos los radicales libres. De ahí su gran poder antioxidante

Beber un litro y medio de agua hidrogenada Kangen proporciona un poder antioxidante equivalente a consumir 38 zanahorias ó 516 manzanas ó 716 plátanos.

En las aguas milagrosas como en la de Lourdes (Francia), Nordenau (Alemania), Tlacote (México) y Nadana (India), por ejemplo, se ha descubierto, al analizarlas, que tienen, como característica común, un alto contenido en hidrógeno (si fue la Naturaleza o la Providencia la que puso el hidrógeno en ellas depende de la forma de pensar de cada persona).

De hecho todas las enfermedades endógenas (generadas en nuestro organismo) que padecemos provocadas por oxidación vienen de un desequilibrio en los niveles de hidrógeno:

Infecciones de orina
Cistitis
Candidiasis
Disfunciones circulatorias como
Hipertensión
Infartos
Ictus
Problemas digestivos
Enfermedades tiroideas
Diabetes tipo 2
Anemias
Cataratas
Fatiga crónica
Sensibilidad química múltiple
Cáncer
Enfermedades neurovegetativas como
Demencias
Alzheimer
Esclerosis múltiple
ELA
Muchas otras