Clima inestable, sistema inmunitario estable
Desde tiempos inmemoriales, la humanidad ha estado conectada con su entorno natural, siendo testigo de los cambios estacionales y climáticos que marcan el ritmo de la vida en la Tierra. Sin embargo, más allá de ser meras observaciones meteorológicas, estos cambios tienen un impacto en nuestra fisiología, incluyendo el funcionamiento de uno de los sistemas más vitales de nuestro cuerpo: el sistema inmunitario.
El sistema inmunitario, también conocido como sistema inmunológico, es un complejo conjunto de células, tejidos, órganos y moléculas que trabajan en conjunto para defender el cuerpo contra agentes patógenos, como bacterias, virus, hongos y células anormales. Su función principal es identificar y eliminar estas amenazas, así como también reconocer y eliminar células del propio cuerpo que hayan sido dañadas o hayan sufrido mutaciones.
En resumen, el sistema inmunitario es esencial para la supervivencia y la salud, ya que protege
al cuerpo humano de una amplia variedad de amenazas externas e internas.
Los cambios de clima y de temperatura pueden tener diversos efectos en el sistema inmunitario, aunque su impacto exacto puede variar dependiendo de factores individuales y de la naturaleza específica del cambio climático.
Aquí hay algunas formas en que los cambios de tiempo pueden influir en el sistema inmunitario:
Susceptibilidad a enfermedades: Los cambios bruscos de temperatura pueden debilitar momentáneamente el sistema inmunitario, lo que puede hacer que las personas sean más susceptibles a contraer enfermedades, especialmente infecciones respiratorias como resfriados y gripes.
Alergias: Los cambios estacionales pueden afectar la cantidad y la variedad de alérgenos presentes en el ambiente. Por ejemplo, la primavera suele ser una época en la que aumenta la cantidad de polen en el aire, lo que puede desencadenar reacciones alérgicas en algunas personas.
Estrés: Los cambios climáticos también pueden causar estrés en el cuerpo, tanto físico como psicológico. El estrés afecta negativamente al sistema inmunitario, debilitándolo y haciéndolo menos eficaz para combatir enfermedades.
Exposición a patógenos: Los cambios en las condiciones climáticas pueden influir en la distribución y el comportamiento de ciertos patógenos, como virus y bacterias. Por ejemplo, la humedad y la temperatura pueden afectar la supervivencia y la propagación de ciertos virus respiratorios.
Además, las personas tienden a pasar más tiempo en espacios interiores durante condiciones climáticas extremas, lo que puede aumentar la exposición a patógenos en entornos cerrados.
En general, el sistema inmunitario está constantemente adaptándose y respondiendo a su entorno, incluidos los cambios de clima y temperatura. Mantener un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación equilibrada, ejercicio regular, descanso adecuado y medidas para reducir el estrés, puede ayudar a fortalecer el sistema inmunitario y reducir los efectos negativos de los cambios climáticos.
Inmunocell es una fórmula líquida de suplemento alimenticio, elaborada con una combinación de lactoferrina, extractos de reishi, tomillo, própolis, saúco, astrágalo y equinácea, junto con vitaminas y minerales. Este producto está diseñado para potenciar el sistema inmunitario, fortaleciéndolo y preparándolo para combatir cualquier dolencia.
Su fórmula ha sido estudiada de forma minuciosa para obtener los mejores resultados y en su
composición se han utilizado ingredientes de la más alta calidad.
Sin aditivos / Sin azúcar / Sin colorantes / Sin conservantes artificiales
Sin gluten / Sin Lactosa / Sin dióxido de Silicio / Sin Estearato de Magnesio
Composición de Inmunocell:
Reishi: fortalece el sistema inmunitario al estimular la actividad de las células defensivas del cuerpo, gracias a sus compuestos bioactivos como beta-glucanos y triterpenos.
Vitamina C: antioxidante clave que ayuda a fortalecer el sistema inmunitario al aumentar la producción de células de defensa, como los glóbulos blancos, y promover la función saludable de las células inmunitarias.
Lactoferrina: fortalece el sistema inmune al ayudar a combatir bacterias, virus y hongos, y al modular la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Própolis, tomillo, sauco, astrágalo y equinácea: conocidos por fortalecer el sistema inmune gracias a sus propiedades antimicrobianas y antioxidantes, que ayudan a combatir infecciones y promover una respuesta inmunitaria saludable.
Zinc: fortalece el sistema inmune al apoyar la función de las células inmunitarias y la producción de anticuerpos, lo que ayuda a combatir infecciones y promover una respuesta inmunitaria efectiva.
Vitamina A: fortalece el sistema inmune al ayudar en el desarrollo y mantenimiento de las células del sistema inmunitario, y al promover la función de las barreras mucosas, como la piel y las membranas mucosas, que actúan como la primera línea de defensa contra las infecciones.
Cobre: fortalece el sistema inmune al participar en la función de diversas enzimas y proteínas que juegan un papel crucial en la respuesta inmunitaria, incluyendo la producción y activación de células inmunitarias, y la respuesta inflamatoria del cuerpo.
Vitamina K2: puede ayudar al sistema inmune al regular la función de ciertas células inmunitarias y a modular la inflamación, contribuyendo así a una respuesta inmunitaria equilibrada y efectiva.
Vitamina D3: fortalece el sistema inmune al ayudar a regular la función de las células del sistema inmunitario, promoviendo la respuesta adecuada contra infecciones y reduciendo la inflamación.
Selenio: fortalece el sistema inmune al actuar como un antioxidante y al apoyar la función de las células inmunitarias, ayudando así a proteger contra infecciones y mantener una respuesta inmunitaria saludable.
Los productos naturales nos ayudan a fortalecer nuestro sistema inmune al proporcionar nutrientes y compuestos bioactivos que apoyan la función de nuestras células inmunitarias y ayudan a combatir enfermedades.
