Hidratación celular y protección contra los CEM (campos electromagnéticos)
Una hidratación adecuada, y por tanto, el que nuestras células dispongan en su interior de suficiente agua podría ser clave para protegernos de los campos electromagnéticos.
La membrana celular es una membrana que envuelve la célula, protegiéndola y aportándole unas condiciones estables en su interior. Entre otras muchas funciones tiene la de transportar nutrientes hacia el interior de la célula y expulsar las sustancias tóxicas fuera de ella.
Las membranas celulares requieren y dependen de una cantidad, calidad y equilibrio de carga eléctrica para poder desempeñar todas esas funciones imprescindibles para la vida y metabolismo de la célula.
Las frecuencias y ondas electromagnéticas de teléfonos móviles, antenas, wifi, etc.… interfieren en la salud y funcionamiento celular al impactar negativamente en las cargas eléctricas de nuestras membranas celulares.
Algunas de estas funciones son la entrada de agua (hidratación celular), entrada de nutrientes y oxígeno, salida de desechos, comunicación entre células…
Si bien es cierto que la salud de nuestras membranas celulares depende también de otros factores como el tipo de ácidos grasos que las conforman y por tanto el grado de fluidez y también de protección frente al estrés oxidativo en función de tales componentes, el potencial de membrana a partir de cargas eléctricas es fundamental, el cual tiene que ver principalmente con la presencia y el equilibrio de electrolitos intra y extracelulares.
En las membranas celulares hay pequeños espacios denominados “Tight Junctions” a través de los cuales se organiza el equilibrio eléctrico y se permite a su vez el paso de todo aquello que necesita la célula, tanto la entrada como la salida de todo tipo de elementos (nutrientes, oxigeno, agua, desechos).
Las ondas electromagnéticas fácilmente pueden alterar la carga eléctrica de las membranas y con ello el funcionamiento de esos pequeños espacios de entrada y salida de compuestos a lo largo de la membrana. Al hacerlo, toda clase de toxinas pueden entrar al interior celular ocasionando un tremendo daño y estrés oxidativo.
Al alterar la carga eléctrica de la membrana celular, los CEM (campos electromagnéticos) impactaran a su vez en los procesos de señalización y comunicación entre células, y por tanto procesos como los de reparación y regeneración que dependen de la emisión de señales específicas se verán afectados.
Por otro lado, si no estamos suficientemente hidratados (a nivel intracelular), nuestras células no pueden hacer frente a la acumulación de toxinas y estrés que de por sí generan ciertas frecuencias como las 5G y por tanto, el riesgo de daño en el ADN es muy elevado.
La falta de agua intracelular y la desregulación de las cargas eléctricas de la membrana celular van de la mano, hablamos claramente de deshidratación y de una célula vulnerable al daño ocasionado por los CEM.
Si por el contrario la hidratación es óptima, la célula hace frente de forma resolutiva al impacto de estas frecuencias tan nocivas, pues dispone de agua para su metabolismo, defensa y protección frente a ellas, y gracias a su potencial de membrana saludable consigue todo lo que necesita al poder emitir señales a células vecinas u otras más distales sobre aquello que necesita para repararse o sobrevivir.
Pero no cualquier agua nos vale o nos hidrata a nivel celular, y es por ello por lo que podemos estar deshidratados aun bebiendo esos 2 litros de agua diarios.
¿Por qué?
El agua tiene que estar, por un lado, libre de toxinas y metales pesados que nuestro cuerpo no desea, y por otro, el agua para verdaderamente ser hidratante y lograr alcanzar su objetivo: el interior celular, ha de contener suficientes electrolitos y en sus cantidades óptimas entre sí, los cuales van a encargarse de generar y mantener ese potencial o cargas eléctricas de membrana necesarias para que el agua pueda acceder al interior de la célula.
Hydracell es un complemento nutricional compuesto por elementos que favorecen la hidratación a nivel celular. Confiere al agua que bebemos la cualidad de alcanzar el interior de nuestras células para que éstas sean capaces de realizar todas sus funciones.